Parque Saval

El parque Saval esta emplazado en la Isla Teja, en los terrenos que pertenecieron al fundo de la familia Prochelle desde 1870 aproximadamente. Esta familia creó jardines y construyo dos lagunas artificiales a fines del siglo XIX famosas por albergar bellas flores de loto. En 1944 la sociedad agrícola y Ganadera de Valdivia (SAVAL) adquiere el terreno para la Exposición Agrícola e Industrial de Valdivia. Posteriormente el predio se traspasó a la municipalidad de Valdivia quien lo gestiona en la actualidad.

Aunque el Parque SAVAL ha sido fuertemente intervenido, para adecuarlo como principal área recreativa de la ciudad, todavía mantiene algunas áreas de gran valor e interés natural. Es destacable la existencia de numerosos árboles monumentales, auténticos testigos de la historia de la ciudad, tanto especies exóticas de gran interés científico y ornamental, como hayas, tilos, castaños y encinos europeos, como algunos coigües de enormes dimensiones que probablemente ya estaban allí antes de la fundación de Valdivia. Junto a ellos, pueden observarse la regeneración natural de olivillo, canelo, laurel o roble, que coloniza los espacios menos transitados. La existencia de maqui, murta, chupón y digueñes permite que algunos visitantes puedan conocer y degustar estos productos silvestres. En las noches todavía puede escucharse el llamativo canto del concón, una especie de buho que habita en las selvas más profundas, y durante todo el año se observan grandes bandadas de cachañas y palomas araucanas, además de otras muchas aves nativas. La laguna de los Lotos también destaca por la presencia de la rana grande Chilena y el coipo, dos especies amenazadas a nivel nacional, además de puyes, una especie de pez característico de los humedales de Valdivia.